Amarillos, ¡que siga la función!

Setién tiene de nuevo a topa la troupe de ataque a su disposición para afrontar un partido en el que la UD puede dar un buen mordisco a sus aspiraciones primarias

Manuel Borrego

Y aunque aún el calendario no ha cruzado el mes de octubre a noviembre, y aunque la Liga tiene todavía muchos vaivenes que afrontar y aunque las plantillas están todavía en formación o la idea de los equipos terminando de germinar, lo cierto es que a la UD Las Palmas se le presenta este viernes una oportunidad óptima para hacer bueno todo lo que ha realizado en el campeonato hasta ahora y dar un buen mordisco al pastel de la permanencia.

Porque sin alcanzar todavía la decena de partidos, Las Palmas podrías colocarse a casi un tercio de su teórico camino de la salvación en caso de volver a ganar en el Estadio de Gran Canaria. Esa fortaleza como local, además de la recuperación de importantes efectivos de ataque, permite a los amarillos disputar su encuentro ante el Espanyol con soltura, sabiendo que las rentas que se puedan obtener serían más importantes que las posibles pérdidas.

No hay motivos, pues, para que fútbol alegre, incisivo y dominante de las primeras jornadas esté de vuelta ahora que toda la troupe de Quique Setién puede volver a juntarse.

Recuperado de la lesión Jonathan Viera, repescado también Boateng de sus propias dolencias y la roja recibida, con Tana en estado de gracia de nuevo y con Roque, Vicente, Araujo o Livaja en buen estado, Las Palmas encara el choque con nuevos bríos.

Setién no ha querido avanzar nada de sus planes. Es costumbre suya cambiar algo en sus formaciones de una jornada a otra. Esta semana llamó la atención la prueba realizada con Roque, Vicente y Viera en el centro de operaciones; Tana y Boateng en las bandas y Araujo como pieza más avanzada. Habló en la víspera de que quizá este planteamiento de ataque esté más en la mente de los periodistas que en la suya ... pero tiene buena pinta la idea.

De cualquier forma, el precedente del 4-0 de la pasada campaña y las buenas sensaciones iniciales del campeonato presentan buenos augurios. Y cuando ruede el balón se verá el resto.