95-89: El Gran Canaria vende cara la derrota en el Palau

Los amarillos, que llegaron a tener hasta 20 puntos de renta, sufrieron el desgaste blaugrana y una gran actuación de Laprovittola para perder en la séptima prórroga de la temporada

Juan Pedro Borrego

Fotos: acb Photo/S. Gordon

 

Con casi todo el guión en contra, el Gran Canaria vendió muy cara la derrota número 30 de sus visitas al Barcelona en la ACB (95-89). El duelo directo entre equipos que buscan un hueco entre los cuatro primeros de la clasificación se tuvo que resolver en la prórroga, en la que amén de la ya continuada ausencia de Slaughter se sumó la de un eliminado Brussino y en el que la opción de Kljajic, sobresaliente en estos momentos de exigencia amarilla, no fue suficiente para derrocar al reino de Nicolás Laprovittola.

Tras una primera ventaja máxima local, 14-5, a los cinco minutos y cuarenta segundos de haberse iniciado el partido,el Granca tuvo al Barca sin anotar durante tres minutos y medio y aunque tampoco anotaba con suma facilidad con un parcial 0-6 llevó el partido al 14-11 antes de que los blaugrana, a la contra volvieran a el aro, 16-11 a 0.59 y tener, de la mano de Brussino, la oportunidad de acabar por delante tras un triple sobre la bocina de esos llamados galácticos, 16-17.

 

Con más igualdad y en un partido de toma y daca, el segundo cuarto progresaba con equilibrio en el marcador de tal manera que una vez uno, y otra el contrario, los equipos se ponían delante en los guarismos alternativamente. Sólo faltaba en la ecuación, meter los puntos de Landesberg para tener algo más de holgura por parte de los amarillos. Pero el alero neoryorkino no estaba fino como demuestra su evolución en las últimas seis jornadas con una media de 3 puntos por partido. Y en eso, el Barcelona apuraba la defensa para no dejar mucho margen a los amarillos al descanso (33-37).

 

La vuelta de los vestuarios son podría ser mejor para el cuadro de Lakovic, +14 (33-47) a los tres minutos de haber retomado el choque, con un parcial 0-7 en el que la defensa y las contras tenían mucha culpa positivamente para los insulares. Grimau tenía que apelar a una bala en la recámara para salvar el lavado de cara. Jokubaitis, más frescos por su nula participación en el partido, evitaba el primer sonrojo, mientras el resto de blaugranas se exigían más agresividad en el juego en las dos canastas (39-49).

Pero con las piernas frescas, el riego sanguíneo cerebral funciona mejor. Y esto sí que era una ventaja para los insulares, que lo aprovechaban para volver a los 14 de renta con el 39-53 apenas superado el ecuador del tercer cuarto, y luego estirarla a 20 (45-65) en el momento de persianas bajadas de los locales y en el que Kjlajic y Pelos mostraban que el éxito en el deporte  es para jugadores osados.

 

Y uno de esos viste de blaugrana. Laprovittola se echó a su equipo a la espalda, y con triples llevó el encuentro a una tensión máxima que ponía a prueba a los amarillos en el Palau (57-65) a ocho minutos del final. Era el momento de convertir el juego en un tema más cerebral por parte del Gran Canaria. Lakovic llamó a la cordura a los suyos en un obligado tiempo muerto. El Barcelona le dio un par de vueltas de tuerca a la presión defensiva, y con rápidas transiciones en ataque lograba entusiasmar a su graderío, mientras los amarillos alargaban las posesiones y con buena movilidad de balón salvaban los pegajosos emparejamientos que apenas permitían respirar.

 

Cinco minutos y diez puntos de renta nunca son suficientes en el Palau para el equipo de fuera (59-69). El Barcelona era lo que Laprovittola quería (61-69) y por ello Grimau le reservaba para un esperado final de infarto al que se llegó porque su equipo cargaba sobre el lado teóricamente más débil de los amarillos, Kljajic. A 1:30 del final, el base argentino metía a su equipo en la opción de victoria (72-75 y 77-80) desde el triple en dos ocasiones; cuando el globo del Granca parecía perder entonces mucho helio que reponía Bassas en un cambio estratégico con el joven escolta montenegrino a 50 segundos de un final en el que Parker sacó una falta de tres puntos con dos segundos en el reloj (77-80) y la que suponía eliminación de Brussino de un choque que debía decidirse en la prórroga, la séptima de la temporada y tercera en la Liga.

Y aunque empezó bien el tiempo extra para los amarillos, 80-84, la profundidad de banquillo local era clave en este añadido. Ya se había perdido la ventaja de la mayor frescura para los hombres de Lakovic que veían como su falta de control del rebote defensivo y un parcial 10-0 local les ponían contra las cuerdas (90-84), de las que no pudieron salir exitosos.

 

Ficha del partido:

 

95 Barcelona (16+17+17+30+15): Laprovittola (29), Satoransky (9), Abrines (9), Da Silva (2), W. Hernangómez (7) –equipo inicial-, Brizuela (4), Rubio (2), Parker (15), Parra (3), Vesely (11) y Jokubaitis (4).

 

89 Dreamland Gran Canaria (17+20+28+15+9): Albicy (5), Kljajic (10), Brussino (14), Shurna (8), Happ (24) –equipo inicial-, Bassas (7), Salvó (3), Pelos (13), Landesberg y Lammers (5).

 

Árbitros: Emilio Pérez Pizarro, Fabio Fernández y Vicente Martínez. Eliminado por faltas, Brussino (m. 40).

 

Marcador cada cinco minutos: 12-5, 16-17, 27-26, 33-37, descanso, 39-49, 50-65, 59-69, 80-80, prórroga, y 95-89.

 

Incidencias: 32ª jornada de la Liga ACB. Palau Blaugrana.